domingo, 4 de noviembre de 2007

Quienes Fuimos..? Quienes Somos..? Quienes Seremos..?



A menudo nos sucede que creemos comprender alguna frase o varias de la metafísica o del Nuevo Testamento. Así me sucedió el otro día, en que de pronto apliqué la frase YO SOY EL QUE SOY, EL QUE FUI Y EL QUE SERÉ…!!, dicha por Jesús. El caso es que estaba hablando con un hermano sobre la importancia del conocimiento de nuestros orígenes, es decir, como vulgarmente decimos, de “quienes fuimos en otras vidas”.

A poco de comenzar el camino espiritual, que tiene por base el reconocimiento de los Seres Superiores y del YO Superior, puede suceder que de algún modo vayamos viendo algo de nuestra existencia anterior sobre la Tierra.
Cuando digo viendo, no me refiero a visualización, sino lectura histórica, una película, un libro, una intuición, una voz interna, una charla, un sueño, en fin, hay muchas maneras de escuchar esta campana.

Muchas personas acuden a mentalistas, tarotistas, cursos de metafísica, regresiones para saber “quienes fueron”… Si les gusta el personaje se sienten contentas y sino lo rechazan y en algunos casos he visto llorar amargamente por lo que “le dijeron de su vida anterior”.

Acá debo aclarar algo respecto a si esa existencia en el tiempo correspondió a un “ser álmico” o a su “ser espiritual”.
Si en existencias anteriores fuimos un “humano álmico”… el alma al desprenderse del cuerpo ha marchado al astral donde habrá pasado años como “conciencia” reviviendo partes de su vida en la tierra. Esta alma tratará de comprender y por la Ley Kármica, llegará un día en que deba regresar a un cuerpo material para continuar su “evolución”. Si esto sucede, ¿Por qué debemos pensar que fuimos mejor de lo que consideramos que somos en este momento?..!!
La persona que por curiosidad quiere saber quien fue, entra en la “ilusión” de que le digan que fue algún ser notable, bueno, hermoso… sin embargo si se trata de una existencia como humano álmico, se encontrará con un alma sufriente, enferma, viciosa, posiblemente de malas intenciones, mal carácter, egoísta ,etc.

Cuando encontramos alguna o algunas existencias de “humanos espirituales” nos encontraremos que fuimos alguno de los llamados dioses (en realidad es una nominación), un artista plástico notable, un santo (también es una nominación), un sabio, un científico, un medico, un Maestro (nominación mas actual). Ahí sí, a quien le digan esto se le alegrará el alma!!... Su EGO estará satisfecho!!
También encontrará que a quienes les cuente, pueden en algunos ellos desarrollar algo de envidia y le digan “¿Es que siempre las vidas anteriores tienen que ser un dios o un Maestro?”… y acá en este mundo 3D, se origina una competencia por algo que en realidad “ni creen” ni saben “para qué sirve”, y diría que ni siquiera tiene “sentido” conocerlo si no se lo ha de trabajar concientemente, con mucha seriedad y amor.
Considero que la persona que está elaborando un camino espiritual, debe mediante su introspección, aguzando su intuición quizá mediante algún “Maestro enterarse de sus vidas anteriores.
En este caso, posiblemente de sus existencias como humano álmico no se enterará, sino que lo hará de su o sus existencias constructivas para la humanidad que siempre estarán signadas por “humanos espirituales” o “espíritus encarnados”.

También debemos comprender que si un espíritu se encarna, generalmente lo hace conjuntamente con un alma que ya no está atada a la ley del karma. Esta alma ya ha evolucionado lo suficiente, para poder deponer su condición egoica y hacer fructífera la presencia del espíritu para que pueda cumplir su misión. Aunque también sucede que su condición egoica desconozca su Yo Superior.
Una vez que la persona “descubre quien fue”, comienza lo más difícil. Por esta razón es que no conviene que se entere por terceras personas (que pueden errar), sino que su primera labor es llegar a afinar su percepción para admitirlo en el tiempo próximo. ¿Por qué en el tiempo próximo?... porque es tan fuerte el llegar a considerar nuestro Yo Superior, el dios, el apóstol, santo que fuimos y sobre todo si se visualiza, esa energía, nuestra persona o yo inferior se intimida y de acuerdo a la formación social que de miles de años hemos recibido, nos es muy difícil aceptar que somos algo más que un débil, desposeído, “humilde” humano. Realmente, encontrarse ante el Yo Superior requiere de mucho temple emocional y mental. Nuestra alma, se defiende con su ego y toda la “cáscara” que nos cubre.
Si finalmente y tímidamente comenzamos primero a aceptar que fuimos tal dios… y nos permitimos ir “asimilándolo”… comenzaremos el verdadero trabajo espiritual.
Recomiendo a quienes se enteren quienes fueron, que busquen lo que los historiadores cuentan de ellos. Esto no significa que sean ajustados en sus apreciaciones, sino para ir adentrándose, “consustanciándose” con quien sabe que “fue”.
Para comenzar a “consustanciarse” con su Yo Superior esta persona no solo deberá ir dándole el lugar primordial sino que deberá salir de lo intelectual de lecturas y cursos y comenzar a trabajar realmente en el mundo etérico, mediante la elevación a planos o dimensiones superiores con el objeto de sanaciones y conexiones con maestros o conciencias, etc.
A medida que va realmente conociendo su Yo Superior al que por mucho tiempo lo considerará como alguien separado de él, irá “consustanciándose” de tal forma que descubrirá que “su persona” en su accionar, siempre tuvo ciertos sellos que le son propios del ser que fue y que han marcado mucho su vida terrenal.
También su conexión será tan intensa, que podrá saber si el historiador fue veraz, fue completo o incompleto, y conocerá cuestiones de la vida personal de ese dios que nadie conoce… conversará con él y hasta puede llegar a tener regresiones en estados de meditación en los cuales vivirá situaciones que le fueron propias.
Llegada a esta instancia, la persona que porte ese espíritu debe ser muy aplomado en su temple, es decir, tener un buen manejo de su emoción y tomar esto con absoluta seriedad, porque ha entrado a la multidimensionalida d, y deberá saber que ya su libre albedrío no lo debe emplear, ni su mente, ni su voluntad humana.
Se encontrará con que todo su mundo cambió, adquiere una visión cósmica, irá aprendiendo el NO-TIEMPO… y los misterios sobre la muerte y lo más fuerte de todo esto es “qué es un ser humano”.
Posiblemente a partir del primer personaje que encuentre haber sido, surgirán otros que también fue. Esto puede, acarrear mucha duda, sin embargo con gran asombro irá aprendiendo que el “espíritu que es” es ETERNO, existe desde antes del tiempo histórico y se ha manifestado sobre la tierra en diferentes momentos y bajo diferentes nombres. Ha trabajado para el planeta por eso ha guardado en la historia de las civilizaciones, metafísica y la religión.
Al ser el mismo espíritu, irá “disolviendo el tiempo”, unir a cada uno de estos seres y no sin dificultad al lograr la “identidad” con ellos, se dará cuenta que, él no es solo en este momento, sino que fue, y que será.
Por esta razón Jesús asumiéndose como Espíritu Encarnado nos dice:

“YO SOY EL QUE SOY… EL QUE FUI… Y EL QUE SERÉ”

Sé que algunos pensarán… “sí, pero eso lo dijo Jesús que es el hijo de Dios!!...
A quienes piensen así, ya les estoy diciendo que “disuelvan esa cáscara que les formó el dogma”, porque Jesús también nos dice:

“USTEDES PUEDEN SER COMO YO… ¡¡¡O MÁS QUE YO…!!!

Y acá, ya no les hablo a ustedes sino con toda emoción y amor a Jesús:

“Que maravilloso Maestro sos Jesús… que puedes con tanto amor ofrecernos ser más que vos…!!! Sabiendo que consideramos que no podemos estar siquiera a la altura de tus sandalias…!!!

Somos Uno
Con amor:
Eugenia

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