jueves, 18 de octubre de 2007

ÉL NOS PIDE UNA DEFINICIÓN









(29/06/07)


Recordé hoy a un intendente que gobernó mi ciudad hace unos quince años. No era oriundo y en uno de sus primeros discursos se arriesgó a decir que esta ciudad “es una ciudad mediocre”…!!!
Imagínense cómo respondió la ciudad casi a pleno…!!!, llamada “mediocre”…!!! Fue algo así como la mayor expresión de un “EGO COLECTIVO”… Esto le valió al intendente una reacción por muchos años. Casi nadie podía detenerse a pensar que este hombre había evaluado que servicios tenía, si eran suficientes para una ciudad turística, qué ofrecía, a la vez que expuso ideas para levantar el nivel de la ciudad. Es decir, estaba planteando que debía hacerse un esforzado trabajo tendiente a la excelencia.
Veamos que significa mediocre, expresión que fue interpretada como un insulto.
Mediocre significa del “medio”, es decir, ni tan abajo ni tan arriba, ni tan frío ni tan caliente.
Muchos somos quienes estamos en el camino espiritual, enfocado al despertar de la conciencia crística cósmica y podemos ver sobre todo cuando se trata del desapego y la purificación, que los resultados son disparejos respecto de los integrantes de la masa crítica.
Se interponen muchas situaciones. La purificación conlleva mucho esfuerzo y en ciertos casos muchos sufrimientos que suelen paralizar a la persona.
El desapego suele ser mal comprendido porque conduce a intensificar el miedo, el temor que tiene muchas vertientes: una de ellas quizá el alejamiento del medio social y el reducir el tiempo invertido en el trabajo con la consiguiente reducción de la paga, el tener a veces que remar contra la corriente familiar, el dejar de “servir” excesivamente a los integrantes de la familia en cuestiones que ellos pueden y deben hacer solos, el repensar y actuar en consecuencia en cuanto a costumbres, creencias y modos adquiridos a lo largo de generaciones,… etc. En definitiva diríamos que el “camino” que se debe operar en nuestra personalidad nos altera y se puede hacer una lectura de estar aferrado a cierta comodidad paralizante.
Hay un componente muy importante que hace al humano que es el querer saber los resultados, el final, a dónde vamos a parar con todo este movimiento y esto sucede siempre por temor. Viene a mi mente la imagen de un niño de un año, que quiere comenzar a caminar solo, pero se aferra a la mano de su padre, tiene miedo de soltarse… Bueno, si consideramos que el padre es el sistema en el que vivimos, tenemos miedo de soltarnos a diferencia del niño que ve a donde quiere llegar, no vemos con definición a donde nos dirigimos.
Jesús en realidad lo expresa perfectamente hacia donde debemos ir, diciendo “YO SOY EL CAMINO, LA VERDAD Y LA VIDA”… pero no nos alcanza… no lo vemos “CONCRETO”, no podemos comprender porque Jesús no tiene “apariencia”, no es “visible”, es para nosotros una frase de Nuevo Testamento. No hemos concretizado al Maestro mediante una firme conexión con él, hemos creído pero tan sólo usando la palabra CREER formalmente y sin embargo debemos ir más allá del creer… debemos trascender la idea de que “estar vivo” significa tener un cuerpo y caminar sobre la Tierra, es decir, debemos concienciar que aunque haya “muerto en la cruz” vive eternamente. El es muy claro en su Palabra diciéndonos “El que venga a mí, vivirá para SIEMPRE”, pero nuestra naturaleza material resiste a comprender que al decir “vivir” no está hablando de un cuerpo.
Acá es donde entra a tallar la enorme necesidad de tener fe para poder transitar la senda que nos propusimos. Al decir propusimos estamos hablando del empleo de “nuestra voluntad”. Voluntad que sólo entre lo difícil del camino debe estar impulsada por el AMOR al Cristo, el AMOR a Dios, al REINO ESPERADO. Este amor, es motor de la voluntad para cumplir con la “purificación” y el “desapego”.
Este es un punto crucial en quien decide formar el camino. Debemos comprender que la forma aparente no es la vida, que Jesús y tantos seres celestiales o cósmicos VIVEN, que podemos conectarnos con ellos si logramos AMAR como Jesús nos pide: AMARSE a sí mismos significa AMAR al Yo Superior, que es quien nos conecta con nuestros hermanos de la Tierra y el cosmos y así comprendiendo que cada uno somos célula de Dios, AMAR A DIOS.
Cuando aspiramos a hacer el camino espiritual, no nos quedemos en el “medio” avancemos firme y seguro porque Jesús también nos habla de la “mediocridad” cuando dice: “A LOS TIBIOS LOS ESCUPO EN LA CARA”, es decir, pide definiciones al punto que acepta que adoptemos el frío o el calor, pero no la tibieza.
Y si observamos qué hizo él en cuanto a esto, tomó la definición que le valió la muerte en la cruz.
No será tan duro para nosotros el purificarnos y desapegarnos de un mundo al que Jesús llama “mundo de víboras”.
Recordemos esta frase:
“YO NO SOY DE ESTE MUNDO Y QUIENES ME SIGUEN TAMPOCO LO SON”
No decimos que provenimos de las estrellas, que este no es nuestro hogar?... SIGÁSMOLO ENTONCES…!!!

SEAMOS UNO CON ÉL....!!!!

Con amor:
Eugenia

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