(30/06/07)
Continuamente escuchamos de quienes están en el camino espiritual: “No tengo mucho tiempo”, “Voy a un grupo de meditación una vez por semana”, “Anoche estaba cansado y no pude meditar”, “Tengo tres trabajos, a qué hora voy a dedicarme”, “He dejado, retomaré”… etc., etc.
Acá se establece una escisión entre la vida común y la vida ligada al Ser Superior, donde siempre pierde el Ser Superior.
Si bien es cierto que necesitamos tranquilidad para poder dedicarnos al logro de la conciencia superior, pensemos cuantas de esas excusas podemos salvar.
El camino espiritual debiera modificar nuestra conciencia humana y eso no se logra mediante la oportunidad de una meditación semanal, ni una meditación apurada, ni siquiera una hora diaria de meditación.
La vida nuestra se debe transformar de manera tal que todos los instantes de nuestro día en que cumplimos tareas impuestas por la 3D, se espiritualicen. ¿Cómo podemos hacerlo?... haciendo que el Cristo, el Buda, o a quien respondamos sea el “centro de nuestra existencia”.
Ni bien nos despertamos, no salgamos corriendo desesperados porque llegaremos tarde, primero saludemos al Universo, es una forma de contactarnos. Cuando preparamos el desayuno a nuestros hijos, hagámoslo con AMOR, bendigamos lo que serviremos mientras lo preparamos. En la ducha pidamos la bendición del agua, pidamos que esa agua arrastre de nuestro cuerpo y nuestra alma todo lo negativo que pueda tener pegado y alabemos. Si notamos que perdemos el colectivo, no pensemos que lo perderemos, pidamos que no sea así o mejor afirmemos que no será así. Pidamos para nuestro día al Espíritu Santo, a nuestros guías, Maestros o a nuestro ángel. Si hay dificultades, no pensemos en contestar a modo de reacción… escuchemos y pidamos asistencia, la tendremos. Si la persona viene con reclamos violentos, mirémosla tranquilos, se calmará… Si vamos por la calle, no lo hagamos con actitud desesperada… cantemos confiados que llegamos a tiempo… en un momento en el trabajo en momentos que no hay tanta exigencia tratemos de no pensar, dejemos fluir que seguramente algún tema viene como intuición. Si vamos manejando y algún auto quiere pasarnos, dejémoslo… no compitamos, no tiene sentido, no dejemos que nos robe energía.
Si alguna persona viene a contar algo de su vida, no tomemos lo que dice identificámdomos y respondamos en consecuencia, tratemos de tener una visión cósmica del asunto y tratemos de explicarle, pensemos que la palabra puede ser una bendición o una maldición. Estemos atentos a las causalidades y veremos como podemos hacer mucho mientras transcurre nuestro día. Si estamos viajando en vez de “pensar”, orar, casi meditar, atender a la “intuición”.
Si estamos algo alterados, respiremos profundamente, busquemos de nivelarnos, nos hará bien a nosotros y a los demás.
Cuando después de un día agitado regresamos a casa y debemos cocinar… es todo un tema. Al momento de comenzar ya hemos tomado un momento para nivelarnos de nuestro cansancio, o broncas, nerviosismos. El alimento, no es sólo material, el alimento debe ser AMOR y con AMOR la comida resultará sabrosa y sustanciosa para el cuerpo y el espíritu de nuestros hijos y marido. El cocinar nervioso, con bronca, cortando cebolla como si estuviéramos asesinando a nuestro peor enemigo, arrojando la carne contra la tabla, etc., da por resultado no solo una comida poco sabrosa, sino que alguien no la digerirá bien… las vibraciones se transmiten, Esta es la razón por la cual se bendice la comida, para cortar toda mala energía.
Tratemos también de educar a nuestros hijos en un ambiente armónico, sin gritos estertóreos… ni de ellos, ni de los padres.
No permitamos que el TV nos invada con malas noticias… ni programas burdos… seleccionemos o apaguemos y escuchemos música bien aspectada.
Y a la hora de dormir, dediquémosle un momento al Ser Superior, liberémoslo para que él cumpla su función mientras dormimos.
Si meditamos antes de dormir no pensemos que dormiremos menos, porque la meditación vale por horas de sueño.
Si hacemos algo parecido a esto, (cada uno creará su forma) nuestra vida irá espiritualizá ndose, nuestras personas adquirirán un aspecto tranquilo, plácido, se nos verá mas jóvenes y por qué no iluminados… eso lo comprobarán cuando se encuentren con personas que se los dirán.
No olvidemos cuando se nos cumple algo que nos parecía imposible decir con alegría y firmeza: “Gracias Señor!!”
Y si quizá algo nos salió mal… preguntemos “Qué quieres decir Señor?”… incluirse en oración, con renuncia primeramente a toda práctica o adscripción a las fuerzas del mal y renovar votos con el Cristo.
Declararse hijo de Dios y afirmarse en el rechazo de cualquier otra dominación, es algo que siempre debemos hacer.
Pedir y aceptar la propia liberación. La voluntad debe actuar acá....porque cuando hemos sido invadidos... nos resulta complicado darnos cuenta.
Bueno....sería bueno que quien comience a probar de vivir de éste modo....nos cuente los resultados.
Recordemos que Dios nunca nos abandona.... porqué abandonarlo nosotros ...???
Somos Uno
Con amor:
Eugenia
Continuamente escuchamos de quienes están en el camino espiritual: “No tengo mucho tiempo”, “Voy a un grupo de meditación una vez por semana”, “Anoche estaba cansado y no pude meditar”, “Tengo tres trabajos, a qué hora voy a dedicarme”, “He dejado, retomaré”… etc., etc.
Acá se establece una escisión entre la vida común y la vida ligada al Ser Superior, donde siempre pierde el Ser Superior.
Si bien es cierto que necesitamos tranquilidad para poder dedicarnos al logro de la conciencia superior, pensemos cuantas de esas excusas podemos salvar.
El camino espiritual debiera modificar nuestra conciencia humana y eso no se logra mediante la oportunidad de una meditación semanal, ni una meditación apurada, ni siquiera una hora diaria de meditación.
La vida nuestra se debe transformar de manera tal que todos los instantes de nuestro día en que cumplimos tareas impuestas por la 3D, se espiritualicen. ¿Cómo podemos hacerlo?... haciendo que el Cristo, el Buda, o a quien respondamos sea el “centro de nuestra existencia”.
Ni bien nos despertamos, no salgamos corriendo desesperados porque llegaremos tarde, primero saludemos al Universo, es una forma de contactarnos. Cuando preparamos el desayuno a nuestros hijos, hagámoslo con AMOR, bendigamos lo que serviremos mientras lo preparamos. En la ducha pidamos la bendición del agua, pidamos que esa agua arrastre de nuestro cuerpo y nuestra alma todo lo negativo que pueda tener pegado y alabemos. Si notamos que perdemos el colectivo, no pensemos que lo perderemos, pidamos que no sea así o mejor afirmemos que no será así. Pidamos para nuestro día al Espíritu Santo, a nuestros guías, Maestros o a nuestro ángel. Si hay dificultades, no pensemos en contestar a modo de reacción… escuchemos y pidamos asistencia, la tendremos. Si la persona viene con reclamos violentos, mirémosla tranquilos, se calmará… Si vamos por la calle, no lo hagamos con actitud desesperada… cantemos confiados que llegamos a tiempo… en un momento en el trabajo en momentos que no hay tanta exigencia tratemos de no pensar, dejemos fluir que seguramente algún tema viene como intuición. Si vamos manejando y algún auto quiere pasarnos, dejémoslo… no compitamos, no tiene sentido, no dejemos que nos robe energía.
Si alguna persona viene a contar algo de su vida, no tomemos lo que dice identificámdomos y respondamos en consecuencia, tratemos de tener una visión cósmica del asunto y tratemos de explicarle, pensemos que la palabra puede ser una bendición o una maldición. Estemos atentos a las causalidades y veremos como podemos hacer mucho mientras transcurre nuestro día. Si estamos viajando en vez de “pensar”, orar, casi meditar, atender a la “intuición”.
Si estamos algo alterados, respiremos profundamente, busquemos de nivelarnos, nos hará bien a nosotros y a los demás.
Cuando después de un día agitado regresamos a casa y debemos cocinar… es todo un tema. Al momento de comenzar ya hemos tomado un momento para nivelarnos de nuestro cansancio, o broncas, nerviosismos. El alimento, no es sólo material, el alimento debe ser AMOR y con AMOR la comida resultará sabrosa y sustanciosa para el cuerpo y el espíritu de nuestros hijos y marido. El cocinar nervioso, con bronca, cortando cebolla como si estuviéramos asesinando a nuestro peor enemigo, arrojando la carne contra la tabla, etc., da por resultado no solo una comida poco sabrosa, sino que alguien no la digerirá bien… las vibraciones se transmiten, Esta es la razón por la cual se bendice la comida, para cortar toda mala energía.
Tratemos también de educar a nuestros hijos en un ambiente armónico, sin gritos estertóreos… ni de ellos, ni de los padres.
No permitamos que el TV nos invada con malas noticias… ni programas burdos… seleccionemos o apaguemos y escuchemos música bien aspectada.
Y a la hora de dormir, dediquémosle un momento al Ser Superior, liberémoslo para que él cumpla su función mientras dormimos.
Si meditamos antes de dormir no pensemos que dormiremos menos, porque la meditación vale por horas de sueño.
Si hacemos algo parecido a esto, (cada uno creará su forma) nuestra vida irá espiritualizá ndose, nuestras personas adquirirán un aspecto tranquilo, plácido, se nos verá mas jóvenes y por qué no iluminados… eso lo comprobarán cuando se encuentren con personas que se los dirán.
No olvidemos cuando se nos cumple algo que nos parecía imposible decir con alegría y firmeza: “Gracias Señor!!”
Y si quizá algo nos salió mal… preguntemos “Qué quieres decir Señor?”… incluirse en oración, con renuncia primeramente a toda práctica o adscripción a las fuerzas del mal y renovar votos con el Cristo.
Declararse hijo de Dios y afirmarse en el rechazo de cualquier otra dominación, es algo que siempre debemos hacer.
Pedir y aceptar la propia liberación. La voluntad debe actuar acá....porque cuando hemos sido invadidos... nos resulta complicado darnos cuenta.
Bueno....sería bueno que quien comience a probar de vivir de éste modo....nos cuente los resultados.
Recordemos que Dios nunca nos abandona.... porqué abandonarlo nosotros ...???
Somos Uno
Con amor:
Eugenia
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